
Esas fueron mis palabras nada más entrar,el fin de semana pasado,al Magariños. El Estudiantes volvía dos años después a la categoría de plata del baloncesto femenino y no me quería perder su debut ante el Mataró.
Todo en orden hasta que minutos más tarde me llamó la atención el número 15 estudiantil. Era una chica espigada, corriendo con una clase inusitada y marcando las diferencias cada vez que la pelota pasaba por su manos. Entonces es cuando dije en alto: Pero si esa es… e inmediatamente una de mis acompañantes me dijo: ¡Carlota Castrejana!.
Yo sabía que la riojana había vuelto a entrenarse –de manera desinteresada- con el Estudiantes y además la ví jugar el torneo de Alcobendas, en el cual las estudiantiles quedaron terceras de cuatro equipos. Pero no me enteré de su fichaje.
Para quien no lo sepa –que serán pocos- Carlota dejó el mundo del baloncesto con tan sólo 19 años. Tenía una carrera prometedora, pues apenas superada la mayoría de edad tenía en su palmarés una medalla de oro de los Juegos del Mediterráneo de Grecia 91 y una de plata del Campeonato de Europa Junior del 90. Además disputó los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, donde logró con la selección un histórico quinto puesto.
Justo después de los juegos, sería cuando eligió el atletismo como primer deporte y tan sólo necesitó 3 años para demostrar que no se había equivocado en su decisión. Comenzó a despuntar como una gran atleta de triple salto, y tras un buen número de títulos nacionales, su momento llegó en el Campeonato de Europa de Madrid 2005. Carlota consiguió la medalla de bronce. Un metal que se conviritió en oro dos años mas tarde en el Cto. Europa celebrado Birmigham.
Ahora, a los 37 años está viviendo su segunda juventud. Con un físico imponente y una gran clase, Carlota debutó en Liga femenina 2 el pasado sábado después de estar ausente casi 18 años. Y tengo que decir, que no lo hizo nada mal 13 puntos y 2 rebotes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario